lunes, 18 de junio de 2012

Maternidad Ritualizada de Beatriz Moncó (reconedacion de lectura)

 La autora inicia exponiendo algunas ideas a cerca de la naturalización de la maternidad en la vida de las mujer en las que se funde el ser mujer con ser madre, olvidando que no todas las mujeres son o serán madres, esta idea trasciende en el imaginario colectivo, pues se piensa que la mujer que no tiene hijos no es una mujer completa, cuando una mujer es también madre sus esfuerzos no son reconocidos dado que la maternidad se ve como algo usual en la vida de toda mujer y de cualquier manera “lo tiene que hacer”, en el caso de los hombres la paternidad no conlleva a tareas de educación, compañía, cuidado y de mas actividades necesarias para criar a un hijo, y si el hombre lo tiene es visto como un plus o características adicionales a la personalidad del hombre.
La autora se encuentra notablemente en contra de estas ideas pues menciona que “la maternidad es una construcción cultural cuya base hunde sus raíces en un hecho biológico general y universal”, y como tal existe una relación de dominación entre Hombre-Mujer socialmente respaldada y justificada por “el mandato natural”, es decir que la maternidad viene dada por la naturaleza y como tal se ejerce por las mujeres sin mayor esfuerzo.
La autora desarrolla un análisis basado en la teoría de género sobre la maternidad y como esta es Ritualizada; su etnografía la realiza en Marbella en la provincia de Málaga en España. En este lugar como en otros alrededor del mundo se realiza la semana santa, ocasión en la que se realizan diferentes actividades alusivas a su celebración en la que se involucran una serie de personas organizadas en cofradías (para el caso examinado) donde participan tanto hombre como mujeres, mismos que se ordenan a partir de cargos jerarquizados, la autora en este caso hablara específicamente de la cofradía de La virgen de la soledad, celebración que ha sido útil para analizar la imagen como una de las maneras en que se ritualiza, legitima y reafirma la relación entre maternidad y el ser mujer y las características estereotípicas que esto conlleva.
La autora  menciona que dentro del imaginario colectivo tanto al interior de la cofradía como fuera de ella (es decir la sociedad en general) se piensa que al admitir tanto mujeres como hombre son incluyentes y por tanto dan un trato igual a todos su miembros, pero en realidad (como explica la autora) el trabajo de las mujeres se encuentra subordinado al de los hombres, pues el primero obtiene prestigio por asumir los cargos de organización de la cofradía en si y el segundo no obtiene el mismo prestigio por ocupar puestos que tienen que ver con el cuidado y limpieza de la imagen de la virgen de la soledad, cargos que se asignan o piden por la aceptación y practica de este imaginario que se da por hecho en esta población, pues las mujeres mencionan que por ejemplo no podrían ser costaleras porque esto “es trabajo de hombre” por la fuerza que se requiere para resistir el trayecto de la procesión.
Por otra parte la categoría de Nazareno utilizada para nombrar a los integrantes de la cofradía como una manera asexual, es decir que así se les llama a hombre y mujeres sin distinción, con ello se pretende crear un ambiente de igualdad, dado que además la vestimenta utilizada en la ceremonia son túnicas idénticas que se utilizan holgadas para que no se de a conocer que es una mujer la que se encuentra bajo dicha túnica; este gesto simbólico crea, una invisibilizacion del trabajo protagónico de las mujeres (menciona la autora), acto que se realiza con el aval de la sociedad por el imaginario colectivo que reina en él.
Para concluir la autora dice que “La virgen como icono de la maternidad y catequesis viva recuerda refuerza y da continuidad al imperativo ideológico del modelo dominante de la maternidad”, puesto que la manifestación del sufrimiento, dulzura, cuidado, feminidad y de mas cualidades transmitidas a través de ella permean en la conciencia social, sobre todo en las mujeres naturalizando la posición que la sociedad le otorga y justificando los abusos, sumisión demostrada por las mujeres en todos los ámbitos en los que se introducen.
Recomiendo la lectura de este articulo dado que desarrolla un análisis desde la teoría de género en un caso concreto, en el que las personas no cuestionan lo que presencian ya que es dentro del ámbito religioso, es importante hacer una reflexión sobre la contribución de estos eventos en el imaginario colectivo que dividen los roles de genero de manera jerárquica y establecen una relación de subordinación entre hombres y mujeres.